Vivir injertados al Amor Trinitario, evangelizando de pobre a pobre, especialmente a los más abandonados.
Puesto que viven la espiritualidad inspirada por Dios a través de San Alfonso María de Ligorio, existen con el fin de que los miembros se inflamen del amor a Jesucristo hasta el grado de ser viva memoria Suya, y se consagren, como Él, a una vida de contemplación, así como a predicar el Evangelio a los pobres, motivándose del solo amor Divino, ellos han de hacer suya la misión de Jesucristo, trabajando hasta la muerte, para que la Sangre del Salvador, derramada en el Calvario, fructifique en los hombres, sin que busquen otra recompensa que la de complacer a Jesucristo (Const. 1:2. Art. 5) EL CARISMA DE LOS CONSAGRADOS DEL SANTÍSIMO SALVADOR SE EXPRESA EN CONTEMPLACIÓN Y MISIÓN. |